lunes, 25 de octubre de 2010

BALANCE Y PERSPECTIVAS DE LAS LUCHAS UNIVERSITARIAS EN 2010


Izquierda Autónoma
Universidad de Chile


A un mes de que finalice el actual periodo de la FECH, y a medida que se acerca el término del primer año de gobierno de Sebastián Piñera, en Izquierda Autónoma sentimos la responsabilidad de compartir nuestro balance de lo que ha sido el 2010 para el movimiento estudiantil universitario, como también de entregar algunas modestas perspectivas para el periodo venidero. Lo hacemos sin otro afán que contribuir a resituar el debate político entre los estudiantes y sus organizaciones sociales y políticas, así como a superar la desorientación que campea en la izquierda.

El acento de la autonomía como estrategia ha estado siempre puesto en construir una mirada y un accionar político centrados en posibilitar la emergencia de los sectores populares como sujeto protagónico en nuestro país. Desde esa óptica –de la que en su historia de constitución sólo somos una pequeña parte- es que surgen los lineamientos que proponemos cada día desde y para el movimiento estudiantil, en tanto el Chile neoliberal dice hacer de la Educación Superior un trampolín para la “movilidad social”, cuando en lo central sólo ingresa a miles de jóvenes a nuevas y más avanzadas formas de explotación.

Creemos firmemente en la necesidad de repensar la política del movimiento estudiantil, desafío que no se enfrenta ni con cómodos ideologismos -como los localismos y ultraizquierdismos tan propios de algunas identidades- ni menos con el cortoplacismo de quienes reducen los desafíos del movimiento a sus deseos de incorporación al partido que juegan los de arriba. Una nueva política sólo puede surgir de una lectura clara de las condiciones concretas que enfrenta el movimiento y de comprender el papel central que juega la Educación Superior en la profundización del actual modelo de sociedad.

Crisis de la Concertación y ascenso de la derecha: la copia dio paso al original

Desde su instalación en La Moneda, el gobierno de Sebastián Piñera ha sido muy eficaz en la desactivación de los conflictos que pudieron habérsele presentado desde la Concertación y la izquierda. Medidas tales como un atisbo de reforma tributaria, la modificación de la Ley Antiterrorista, la negativa a indultar militares violadores de DDHH, la apertura a mejorar algunas leyes laborales y, ahora último, el aumento del gasto social, entre otras, no han sido sólo “guiños” para conquistar el centro político, sino que demuestran la enorme determinación que la derecha postpinochetista tiene de ampliar y fortalecer las bases del bloque dominante.

Frente a esta audaz iniciativa, la Concertación ha quedado paralizada, sin proyecto ni capacidad de ser oposición efectiva, pues Piñera ha demostrado ser un mucho mejor administrador del modelo construido durante los 20 años de gobiernos del arcoíris. Ante esta “cesantía política”, la Concertación se ha sumido en disputas internas sin más contenido que el que pudiera tener cualquier teleserie de la tarde, desesperada ante la migración de sus cuadros a las grandes empresas y la evidencia de que el rol que jugó durante la transición no fue sino el de facilitar la legitimación cultural del neoliberalismo y desactivar toda oposición social que se le presentara.

La izquierda, del otro lado, aparece sólo como vagón de cola de los sectores más oportunistas de la Concertación –principalmente el PPD y parte del PS- que intentan montarse sobre ciertas manifestaciones emergentes de descontento social y conseguir relegitimarse convocando al “todos contra Piñera”. Las pocas demandas que la izquierda ha logrado conducir se refieren más a reclamos corporativos de sectores asociados al “viejo Estado” que a cuestionamientos sustantivos al modelo político y económico o vinculados a los sectores más dinámicos del Chile actual. El 2010 demuestra que la izquierda tradicional no tiene una lectura sobre la situación del poder en la sociedad chilena, ni voluntad de transformarla, sino que sólo una lectura sobre cómo insertarse mejor en el andamiaje formal.

A su vez, la mayor parte de los actores sociales ha protagonizado movilizaciones aisladas e inofensivas, motivadas más como oposición a los excesos del modelo (represión desmedida, arrebatos de personalismo de Piñera, conservadurismo UDI, etc.) que a su esencia antipopular y neoliberal. La desorientación de la Concertación y la izquierda hacen que impere la despolitización en las organizaciones sociales, tendencia de la cual no escapan organizaciones estudiantiles como la CONFECH ni, lamentablemente, nuestra propia Federación.

FECH: La agitación como política, los estudiantes como accesorio

El principal problema en la actual conducción de la FECH, en manos de Estudiantes de Izquierda, pasa a nuestro entender por la ausencia de una lectura política sobre el escenario que enfrenta el movimiento estudiantil a nivel de Educación Superior. Sin aquello, la Federación careció todo el año de iniciativa propia, lo que la dejó a merced de los acontecimientos que se le presentaron y no como creadora de los mismos. Desde el terremoto a la huelga mapuche, pasando por la represión policial y uno que otro desmadre de autoridades Mineduc, la centralidad de esta FECH fue mutando cada mes, incapacitándola para obtener avance alguno en los diferentes frentes sobre los que se fue posicionando.

Cuando el curso de una organización no nace de su propia conducción, quiere decir que son otros los que la conducen. Así, pierde sentido y utilidad para quienes representa. Esta carencia fue suplida con la vieja práctica, tan propia de la izquierda tradicional, de construir movimiento estudiantil a partir de convocatorias vagas y puramente agitativas, sin proponer nunca una estrategia de acumulación de fuerzas adecuada. El paradójico resultado ha sido una medición del éxito de la Federación con criterios formales y no políticos, de tipo mediático o basados en la cantidad de gente que sale a las marchas, pero que, como hace años no se veía, calla ante la total ausencia de ganadas concretas para los estudiantes y la falta de posicionamiento de un discurso claro sobre el rumbo que debe tomar la educación en Chile.

Esto se explica no tanto por el oportunismo que denuncian los sectarismos de izquierda –que reducen la política a un juego de intenciones ocultas-, como por el hecho, mucho más sustantivo desde nuestra perspectiva, de que se intensifica en la izquierda tradicional de nuestra universidad una visión instrumental de lo social, que reduce la fuerza de los estudiantes organizados a un mero accesorio de la lucha que libran sus representantes. Nuestra diferencia con esta forma de construcción no es asunto de moral sino de política, porque una vez que esa falsa vanguardia prescinde de su gente para actuar, es cooptada, derrotada o, como ha sucedido este año, ninguneada por su adversario.

Pero los pasos dados por la conducción de la actual FECH no se deben sólo a la ausencia de una lectura política. Hay también un conjunto de decisiones claras. Una de ellas, la más importante sin duda, es la decisión de renunciar a abrir focos de conflicto con rectoría y poner al movimiento estudiantil como apoyo crítico del proyecto que lleva las riendas de nuestra universidad. Esta política, si bien se ha intensificado el 2010 bajo el mecánico análisis que dicta “el enemigo es la derecha y está en el Gobierno” -como si la derecha no hubiera gobernado ya 20 años-, hunde sus raíces en la composición del proyecto de universidad de Víctor Pérez. Pero hoy, qué duda cabe, en la alianza fraguada entre el progresismo y la tecnocracia de nuestra universidad que hizo posible ese proyecto, se impuso el bando tecnócrata, dando un sello claramente gerencialista a la rectoría.

La izquierda tradicional de la Chile ha quedado así atada de manos, presa de un proyecto universitario que en lugar de iniciar la modernización con compromiso que prometió, ha operado como “caballo de Troya” del esfuerzo neoliberal por convertir a la Chile en una competitiva universidad de elite. El perismo, en definitiva, no ha sido capaz de superar el estancamiento del periodo Lavados-Riveros, sino por el contrario, ha agudizado los problemas centrales de nuestra universidad, ensanchando la brecha entre las facultades rentables y las postergadas, siendo un freno para la democratización (institucional y social) y orientando cada vez más la producción de conocimiento a los requerimientos del mundo empresarial.

El maridaje entre el gerencialismo de rectoría, hegemónico a nivel académico, y una izquierda cortesana que avanza en el plano estudiantil, produjo un freno de las luchas de base en nuestra universidad. A tal punto llegó esta tendencia que el presente año no hubo ningún proceso significativo a nivel de facultades que pudiera proyectar una lucha referencial por una modernización distinta a la propuesta por la tecnocracia imperante. Fruto de ello, el movimiento estudiantil ha sufrido una sostenida pérdida de fuerza y arraigo en las bases, a contrapelo del boom de un antipiñerismo dependiente de verdades abstractas y no vividas, siendo incapaz así de presionar para una superación del corporativismo, estrategia que encierra a la Chile en los términos de desarrollo que ponen las universidades privadas y le impide plantear un proyecto superior al que le han designado los gobiernos neoliberales.

El 2010 se ha caracterizado también, en el plano político estudiantil, por la ausencia de otras alternativas con capacidad de disputar la conducción de la Federación. A la crisis de los esfuerzos por reinventar una izquierda con vocación de mayorías, de corte más social que partidario, se suma la decisión de una izquierda más sectaria de desmovilizar y fetichizar ciertas demandas, desvinculándolas de una lucha más general y sin voluntad de intervenir las relaciones de poder en la universidad. De esta caracterización no podemos restar nuestro propio estado como fuerza, debilitados por la derrota de valiosos procesos de base que condujimos o contribuimos protagónicamente a levantar, como la lucha contra el autoritarismo en Derecho o la instalación del convenio de desempeño en Juan Gómez Millas, y por el fracaso de la apuesta política nacional de la cual somos, entre muchos otros esfuerzos, tributarios.

Una nueva política para el movimiento estudiantil

El escenario actual nos demanda una nueva política como movimiento estudiantil, que tome en cuenta las condiciones que se nos presentan y asuma el desafío de transformarlas a partir de sus propias grietas. Esta nueva política sólo puede surgir si somos capaces de apropiarnos creativamente de esas condiciones, comprendiendo en toda su expresión las reformas en curso a nivel de Educación Superior y estando abiertos a una potente innovación en las prácticas y el trabajo cotidiano. No puede reducirse a la disputa más eficiente o encarnizada por los espacios formales de la política, puesto que hoy el empoderamiento colectivo de los estudiantes no pasa centralmente por esos espacios. Ni tampoco a una crítica compleja y radical, pero paralizante.

La fase de profundización neoliberal del modelo de Educación Superior iniciada en los últimos años de Ricardo Lagos no se ha presentado como un paquete de reformas que convoque oposiciones unificadas, como lo fueron la Ley Marco y la Ley de Financiamiento. Esta fase ha consistido más bien en una serie de medidas de ajuste y corrección, que aparecen no de golpe sino mediante el avance de programas como el MECESUP 2 (que modifica el AFD por convenios de desempeño), el aumento del déficit del Fondo Solidario (para la universalización de su contraparte, el Crédito con Aval del Estado) y la instalación de la “tercera misión” como creciente requisito para el apoyo a las instituciones con recursos públicos. Se trata de una ofensiva dirigida no ya sólo a convertir la educación en un “negocio” (lo es hace rato), sino a insertarla en el proceso de reproducción ampliada del capital que busca convertir Chile en el paraíso del desarrollo neoliberal.

Los ajustes en curso se combinan con la decidida iniciativa del actual gobierno en relación a reemplazar el trato preferente hacia las instituciones públicas por una atención especial a las instituciones privadas de baja selectividad. La derecha de Piñera aprovecha así la gran contradicción de las políticas concertacionistas para la ESUP, que forzaron la elitización de las instituciones con mayor apoyo del Estado, profundizando la reproducción de las desigualdades. Esta realidad pone a los estudiantes en una encrucijada, pues hoy la abstracta “defensa de lo público”, la vacía reivindicación del rol de la Universidad de Chile no bastan, pues lo público como lo conocemos no es respuesta a nada. El proyecto educativo neoliberal busca arrinconar la universidad pública desde el mercado. Es ese arrinconamiento el que debemos resistir, teniendo como horizonte estratégico una verdadera reforma a la Educación Superior que supere este modelo educativo injusto, basado en y para el dinero, pero obteniendo triunfos palpables, que demuestren la potencialidad de la universidad pública como una mejor constructora de sociedad que el mercado.

Pero la Reforma debe ser un horizonte posible y no un ideal que justifique nuestras derrotas, debe construirse a pulso, al calor de luchas que enfrenten las contradicciones emergentes del modelo, aquellas asociadas a la aplicación de sus ajustes y correcciones, a la bancarización de la deuda, la precarización del pregrado, los convenios de desempeño, la privatización del conocimiento. Sólo con la resistencia a estas contradicciones podremos detener la avanzada neoliberal y prefigurar con hechos esa universidad pública del siglo XXI que nos ponemos en el horizonte.

Tan crucial como la resistencia a las formas emergentes de neoliberalismo en la Educación Superior es recuperar las luchas democráticas de base como pilares fundamentales en la recomposición del movimiento estudiantil. El gerencialismo en la Universidad de Chile, si bien todavía hegemónico en el plano académico, evidencia cierto agotamiento justamente por la agresividad de su instalación, en particular en la gestión de Luis Ayala en la Vicerrectoría Económica, y por el progresivo repliegue de la izquierda académica en la alianza perista. No podemos dar carta blanca a las autoridades, como lo han hecho las últimas conducciones de la Federación, sino que debemos tomar parte en la agudización de ese agotamiento, abriendo las grietas que se presenten para construir conflictos que permitan volver a pensar en un bloque de académicos progresistas capaz de disputarle poder a la tecnocracia universitaria.

Sin embargo, ninguno de estos desafíos podrá ser realmente asumido si no se ensanchan las espaldas del movimiento estudiantil. Lo hemos dicho siempre: no bastan los convencidos. De ahí la necesidad de una izquierda capaz de comprender el potencial transformador que se aloja en toda actividad social que implique creatividad y colaboración. Una izquierda capaz de lograr que los estudiantes confíen y obtengan resultados de la acción colectiva, disputándole conciencias al capitalismo allí donde se forma y obtiene su fuerza. Una izquierda que no le tema al empoderamiento estudiantil y se abra a la democratización y la participación.

Como autónomos creemos que la situación política demanda la existencia de una nueva alternativa de izquierda para los estudiantes de la Universidad de Chile. Nunca hemos creído que la construcción de una alternativa distinta pase por asumir posturas mesiánicas, sino por intentar articular identidades complementarias en un proyecto común. Un escenario de acercamiento ha comenzado a surgir. No se ha consolidado aún, pero nace de una confluencia de esfuerzos colectivos con vasta experiencia de trabajo en conjunto. Aportaremos con nuestra experiencia, nuestras ideas, prácticas y orientación política, en pos de permitir la irrupción del movimiento estudiantil como uno de los actores que permita a las mayorías recobrar las fuerzas para luchar por un Chile más democrático, justo y feliz.


Aquí nada termina, compañeros
Aquí cada día es continuar…



Octubre de 2010

miércoles, 13 de octubre de 2010

No más dejar hacer... ¡A hacernos cargo de Sociales!

La movilización emprendida por las compañeras y compañeros de Educación es símbolo de una lucha decidida por enfrentar el abandono sistemático que dicha carrera ha sufrido en nuestra Facultad, en materia de infraestructura, composición de la planta docente, apoyo económico e institucional a sus actividades, y reconocimiento a su labor en general.

Concretamente, se trata de transformar la composición de un Departamento que ha demostrado con creces que no da el ancho ni presenta la voluntad suficiente para solucionar los problemas históricos de la carrera. Situación a la cual se ha sumado el pasivo rol de las autoridades de Facultad, que por mucho tiempo han hecho la vista gorda ante esto, insistiendo en que no hay prioridades, que todas las carreras son lo mismo y ninguna tiene necesidades más urgentes que otra.

Sin duda la coyuntura de Educación nos impone un llamado a la reflexión y (sobretodo) a la acción. ¿El Departamento de Educación es el único incapaz de solucionar los problemas históricos de su carrera? Sin duda que no. En Sociología, más allá de la apertura de espacios cosméticos de participación estudiantil, constantemente ha primado una lógica verticalista y autoritaria. Algo similar ocurre en Psicología, donde los estragos de la reforma curricular se viven día a día y desde la dirección no existe mayor voluntad de resolverlos. Finalmente, en Antropología el diálogo desde el Departamento constantemente se orienta hacia hacerle el quite a cualquier conflicto o disenso posible.

De una u otra forma, en todas las carreras de la Facultad se apunta a lo mismo: conservar el statu quo, dejar las cosas tal como están, y a veces cambiar la forma para que finalmente nada cambie. Todo esto, ayudado de manera notoria por la política de “dejar hacer” de Decanato, que durante años se ha olvidado de la existencia de una Facultad, lavándose las manos ante cada uno de los posibles focos de conflicto, procurando situarlos en Departamentos que han demostrado de sobra no poder resolverlo, tanto por no dar el ancho como por, en la gran mayoría de los casos, no tener la voluntad de hacerlo, privilegiando intereses particulares y de corto plazo por sobre la construcción de otras carreras y otras ciencias sociales.

Hoy resulta más necesario que nunca acabar con esta lógica de “dejar hacer”. Hoy menos que nunca podemos permitir que las autoridades de Facultad sigan haciendo la vista gorda ante los problemas que las carreras no pueden ni quieren resolver. Menos que nunca podemos seguir entrampados en discusiones eternas y circulares, hablando en el idioma que nos han impuesto los que quieren que Sociales siga tal como está. Así como los estudiantes de Educación ya han interpelado a Decanato para exigir soluciones reales que permitan comenzar a transformar la carrera, hoy todos debemos ser capaces de enfrentar con la misma fuerza la precarización material e intelectual de nuestras carreras, en cada una de sus manifestaciones, sin sectarismos ni feudalismos. Sólo así podremos comenzar a proyectar las ciencias sociales que Chile y su pueblo necesitan y merecen.

Izquierda Autónoma



miércoles, 6 de octubre de 2010

Ante la movilización de Sociología

Compañeras y compañeros:

El conflicto que se ha instalado en la carrera de Sociología, a partir de la ampliación de los cupos de equidad para el año 2011, amerita una breve reflexión, que permita comprender que es lo que hay detrás de la posición que ha tomado el Departamento ante la propuesta estudiantil.

La negativa del Departamento de Sociología a una ampliación de los cupos de equidad, se da en el contexto de un aumento en los cupos destinados al ingreso vía PSU (no discutida ni compartida con los estudiantes) y la cantidad cada vez mayor de recursos (salas, libros, computadores, profesores, etc.) que se le entregan al desarrollo de actividades de Postgrado, como lo son los ya famosos Diplomados del Departamento. De modo que todos los argumentos que señalan que aquí hay un problema de espacio y capacidad de infraestructura, tan sólo ocultan la verdadera racionalidad que opera en el uso de los recursos.

Si los estudiantes de los quintiles más desposeídos de este país no caben en la Escuela de Sociología de la Universidad de Chile, es simplemente porque el espacio que podrían ocupar está siendo utilizado en atraer alumnos de “excelencia” –quienes traen bajo el brazo una gran marraqueta de Aporte Fiscal Indirecto (AFI)- y, sobre todo, por el tentador negocio de cursos de Postgrado que terminan siendo más bien un Pregrado 2.0, tanto por su dudosa calidad y escasa pertinencia académica, como por el desplazamiento que -en función de este negocio- ha sufrido el Pregrado, que ha pasado al último lugar en la lista de prioridades.

En definitiva, no hay espacio simplemente porque los que hoy mandan quieren más plata e indicadores de “buena gestión”. Ante la carencia de un plan de desarrollo que apunte a reorientar la carrera al servicio de las mayorías y a construir un Pregrado con calidad y equidad, la gestión de la dirección del Departamento se ha limitado a jugar en la cancha del gerencialismo del Decanato de la Facultad y la Rectoría de la Universidad.

No se trata de desconocer la importancia de contar con los fondos para convertir esta carrera, y las demás de nuestra Facultad, en lo que debiesen ser. Sin embargo, rechazamos profundamente que, en lugar de golpear la mesa y exigir una distribución más equitativa del presupuesto de la Universidad, o presionar para la entrega de fondos estatales de libre disposición, para muchas de nuestras autoridades resulte mucho más fácil y cómodo administrar lo que hay. Más allá de la apertura de espacios cosméticos de participación estudiantil, en los momentos en que las condiciones materiales están sobre la mesa, la crítica del discurso se desvanece en la mediocridad de las acciones.

Porque no nos bastará jamás con el oscurantismo imperante, como estudiantes debemos ser capaces de enfrentar con la misma fuerza la precarización del Pregrado en cada una de sus manifestaciones, así como hoy lo hacemos en Sociología, en las cuatro carreras de nuestra Facultad. Solo así, con un Pregrado con calidad y equidad, podremos comenzar a proyectar las ciencias sociales que Chile y su pueblo necesitan y merecen.


Aquí nada termina compañeros,
Aquí cada día es continuar…

Izquierda Autónoma




miércoles, 29 de septiembre de 2010

Antropología y Acceso


Estimados compañeros de Antropología


Como Colectivo Izquierda Autónoma hacemos el llamado a:

  • Iniciar una discusión seria sobre la matrícula 2012. Como carrera, necesitamos dejar las discusiones sobre acceso en términos abstractos y asumir una posición para empujar una propuesta en función del proceso que se ha iniciado en nuestra facultad.

  • Plegarse a las movilizaciones llamadas por la carrera de Sociología y de esta forma, luchar en conjunto por aquello que nos parece justo.

  • Lograr amarrar lo básico para la matrícula 2011: 12 cupos más de equidad y el compromiso político del Departamento para evaluar la matrícula 2012.

Para esto es necesario:

  • Generar acciones masivas: El Departamento ya ha demostrado su falta de voluntad política para generar un primer cambio en la composición socioeconómica de nuestra carrera, y no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando que nos quieran escuchar.

  • Durante el primer semestre vimos que los paros no movilizan, por lo que resultan necesarias acciones concretas que demuestren el descontento estudiantil de forma más efectiva y que, a su vez, presionen a las autoridades.

No dejemos en nada las discusiones que hemos tenido todo el semestre.

¡DE LA DISCUSIÓN A LA ACCIÓN!

sábado, 25 de septiembre de 2010

jueves, 24 de junio de 2010

Ni tecnócratas ni caudillos, otra izquierda es necesaria

A principios del Semestre, Sociales vivía una rutina ejemplar: clases, bienvenidas, carretes en los pastos, una que otra asamblea. Lo que se discutía en el mundillo político eran los ya conocidos proyectos como MECESUP y Bicentenario, y claro, el Terremoto y el rol de la Universidad. Nuestras autoridades andaban en lo mismo: Cuan señor en su feudo, cada carrera se preocupaba de sus asuntos, y dejaba en paz a la de al lado (o más bien la de arriba o abajo), mientras el Decano gestionaba y administraba el resto haciendo vista gorda de los problemas de cada departamento.

De un momento a otro, la rutina se quebró. 2 carreras empezaron a levantar la voz. Con cientos de problemas de diversa índole, Educación y Psicología rompieron con la calma de Sociales que se arrastraba de la Toma del 2008, exigiendo cambios, respuestas y soluciones a sus precarias condiciones.

Al resto de la Facultad le costó ponerse al día. Aún cuando ya se sabía de ambas movilizaciones, costaba ver qué tenía que ver la Facultad: “está bien que nos informemos, pero son problemas de carrera”.

Lo dijimos durante la pasada campaña al CECSo y lo repetimos hoy: Los problemas que aquejaban a ambas carreras podrán ser particulares, pero no son aislados, responden a políticas de Facultad, que atacan y afectan a las 4 carreras, quizás en formas, grados y tiempos distintos, pero igualmente a todos.

Sólo cuando los conflictos estallaron en cada carrera, Sociales se puso las pilas. Empezamos a diagnosticar y, tras cientos de asambleas, documentos, actas y reuniones levantamos un Plan de Acción de Facultad, cuyo destino es una mesa de negociación con el Decano y los 4 Directores de Departamento. Paralelamente, Psicología y Educación seguían con lo suyo. Tras algunos paros y muchas discusiones, hicieron sus respectivos petitorios, y se manifestaron ante sus autoridades. En el resto de la Facultad empezó un espíritu de apoyo, pero ajeno: seguimos sin tener pito que tocar en sus problemas de carrera, pero ahora tenemos unos cuantos temas comunes que negociar en conjunto, que alguna relación tienen con los problemas particulares de aquellas carreras.

¿Qué pasa entonces? Hay un punto clave que parece haber pasado desapercibido. Cuando, en la pasada campaña hablamos de la necesidad de unificar la Facultad, la lógica era una sola: los problemas de las distintas carreras responden a una misma política de Facultad y hacia allá debemos movilizarnos. Pero resulta que el Plan de Acción, la síntesis de problemas de Facultad, reúne sólo problemas técnicos: los efectos concretos de la política transversal a las carreras. Por lo mismo aparece como una solución parar una “mesa de negociación” y deja de ser importante cualquier tensionamiento político, cualquier acción movilizada en contra de los sectores que empujan la feudalización de nuestras carreras y la precarización del pregrado.

Hay que ser bien claro en esto, la situación en que se encuentra hoy nuestra facultad y sus 4 carreras, se debe a la Política de Gestión y Administración del Decano Marcelo Arnold. Su administración encarna esa política de facultad que permite que las carreras sean feudos y se las vean por si solas. El año 2008 en una entrevista a Wikisociales, Marcelo Arnold declaró explícitamente que “priorizar el Departamento de Educación más allá de lo equitativo en relación al resto de los departamentos de la Facultad, no me parece adecuado”. Ignorando los problemas patentes que enfrenta la carrera de Educación, lavándose las manos con los problemas de implementación de reformas y proyectos, pasándole la pelota a los Departamentos, cada uno por su lado. Por eso Sociales está como está.

La única forma de arreglar de fondo y definitivamente los problemas de las carreras y la Facultad es levantar una idea política distinta de lo que esta debe ser. Y eso no se logra parando de inmediato una mesa de negociación –donde por lo demás llegamos sin fuerza-, sino con estudiantes movilizados por un objetivo político, contra un actor de carne y hueso. Ante la avanzadilla tecnocrática de Arnold no podemos responder con más tecnocracia, urge una perspectiva política que el CECSo no ha logrado entregar, pero que se comienza a perfilar desde las carreras de Educación y Psicología.

Necesitamos una política de facultad que se haga responsable de su desarrollo como un todo coherente, no parcelado, donde el futuro de las Ciencias Sociales sea discusión de Facultad con todos los estamentos involucrados. Para lograr esto se requiere efectivamente la unión de toda la Facultad, sin diferencias de grado, forma o tiempo. Con el tiempo se debe gestar una disputa política y una movilización masiva, donde la correlación de fuerza sea entre los estudiantes y la administración tecnocrática que nos ha traído hasta aquí, ésta no debe nacer de una cúpula populista o tecnocrática como la que tenemos hoy, dedicada a gestionar conflictos (seguramente pensando en las elecciones del próximo año), sino de los propios estudiantes organizados y su capacidad de asegurar una representación efectiva en el centro de estudiantes. Para eso debemos realizar un gran esfuerzo de movilización y politización de los conflictos. Una mesa se para cuando se llega con fuerza a negociar, de lo contrario tendremos que contentarnos con un par de guiños superficiales.

Basta de desmovilizar y tecnificar conflictos
¡A moverse hoy por la facultad que queremos!

viernes, 11 de junio de 2010

El ''Legado'' de Arnold (2006-2010)



La Precarización de la Educación
nos afecta a todos

¡¡Todo Sociales a enfrentar las Desigualdades!!

lunes, 17 de mayo de 2010

Más que administrar...TRANSFORMAR

Hace tiempo ya que Sociales cuenta con muchos espacios de discusión, pero con importantes problemas en materia de participación. Es cosa de ver las asambleas de facultad, de carrera, e incluso de curso. Hay un malestar general que no se ha sabido encauzar, unas dinámicas que ya no llaman la atención. Lejos de resolver el problema de cómo nos organizamos para transformar nuestra realidad, la burocratización actualmente existente sólo contribuye a perpetuarlo como está: como un problema no resuelto.

La “comisionitis” se ha tomado nuestra Facultad: hoy prácticamente no hay una sola cosa en Sociales que no tenga una comisión. Y basta un paseo rápido por las numerosas comisiones existentes para darse cuenta de que suelen repetirse prácticamente los mismos rostros. Pero el problema no son los rostros que están, si no justamente, los que hoy no están: la gran mayoría de nuestros compañeros. Y condenarlos y propagandear que no participan porque son individualistas”, es un reduccionismo que no resuelve para nada el problema.

Hoy muchos de nuestros compañeros desearían estar al corriente del cambio que ocurrirá en sus mallas, o de los trabajos que se están haciendo por el terremoto, o bien de los cambios que se vienen en materia de educación a nivel nacional. Lamentablemente, se han creado una serie de mecanismos que solo han derivado en encerrar a los estudiantes en discusiones de carácter técnico, tan llenas de gráficos y números, como vacías en contenido real, en un enemigo concreto, en una pelea al alcance de la mano, que podamos ver con nuestros propios ojos.

No pretendemos tener todas las respuestas para el problema de la participación en Sociales. Pero de algo si estamos seguros: los estudiantes no podemos simplemente ser, como alguna vez dijera un profesor, “burócratas fomes”. No podemos seguir actuando como consultora de autoridades que quieren que las cosas en Sociales sigan siendo igual que ahora, con pequeñas mejoras cosméticas que cambian algo para que al final no cambie nada.

Debemos buscar nuevos mecanismos, porque ya nos dimos cuenta que la participación no es hacer comisiones para todo. Debemos comunicar, hacer que todos sepamos cuáles son los problemas, para que busquemos de forma realmente colectiva soluciones. Y por qué no, debemos de una vez por todas, y realmente entre todos, dedicarnos menos a administrar y más a transformar.

Esperando incentivar el debate,

martes, 4 de mayo de 2010

lunes, 26 de abril de 2010

El costo de la vida sube otra vez...

...Y la Reconstrucción era para quién??


El año pasado, el acuerdo con el Gobierno había sido explícito: congelamiento de pasaje escolar. Eso era lo que sabíamos todos, y es lo que salía en la prensa… hasta hace un tiempo atrás. Hace algunos días la noticia nos cayó encima: el pasaje escolar subió 10 pesos, el adulto subió 20 y la cosa no se quedaba ahí, se venían nuevas alzas.

¿Y cuándo avisaron eso? Revisando la prensa de los últimos meses, la información no sólo está escondida por ahí o es muy poca, sino que también es confusa. 10 ó 20 para el pasaje escolar, 30 ó 40 pesos para la tarifa normal, en marzo, en abril y en mayo, más o menos, nadie se pone de acuerdo. El hecho es uno solo: hay alzas, y nadie estaba enterado.

Las excusas pueden ser muchas. Que el subsidio del Transantiago se acabó, que es por los evasores del pasaje, que simplemente subió el costo de operaciones, y un largo etcétera. Pero solo una cosa es clara: la “modernización” del país la diseñan aquellos que jamás han pisado una micro, y los costos y perjuicios los paga la gente.

En este escenario lleno de medidas de “reconstrucción nacional” que van en contra de las grandes mayorías del país, y muy a nuestro pesar, la izquierda se ha mantenido estática, desorientada y en silencio; ha perdido la capacidad de hablarle al país, a las grandes mayorías, por medio de un proyecto país alternativo y popular. Más bien ha centrado y agotado sus esfuerzos en una construcción política localista, sin vocación de poder y perfil nacional.

Cada problema que aparece frente a nuestras narices es un síntoma y una consecuencia de la política estatal imperante, que no empezó ahora, sino que desde hace años con la Concertación. Desde la desaparición lenta pero segura de nuestros beneficios y subsidios como estudiantes, hasta estas alzas en el pasaje, responden a lo mismo: más privatización, cargarle la mano a la población y no al Estado, echarle la culpa a la ciudadanía y hacerle caso a los privados, y olvidarse de la responsabilidad del Estado frente a los problemas del país, dejándosela al Mercado. Y sus consecuencias también son las mismas: la agudización de las desigualdades enraizadas en todo el sistema, aumentando las brechas entre el más pobre y el más rico, excluyendo cada vez más a aquellos que no tienen las lucas para pagar lo que por derecho es suyo.

No podemos seguir sentados sin hacer nada. Depende de nosotros hacernos cargo de nuestros problemas y exigir lo que es nuestro derecho. ¿Por qué esperar lo que diga el resto? Como estudiantes tenemos la fuerza y la capacidad de tomar esto en nuestras manos, y hacernos cargo entre todos de lo que consideramos importante.

Queremos sumar, pero no ser sumados. No seremos carne de convocatorias oportunistas para "unir a la izquierda", ni apoyo crítico de una oposición por arriba y antipopular, de un "todos contra Piñera" sin sentido que al final del día sea capitalizado por los mismos que gobernaron Chile los últimos 20 años. Dibujemos nosotros el Chile del mañana, y peleemos para que así sea.

¡Mientras Chile no sea un país justo y feliz, nada nos será suficiente!

miércoles, 31 de marzo de 2010

Te invitamos a participar en los TALLERES PARA LA ACCIÓN ESTUDIANTIL


Te invitamos a participar en los "Talleres para la Acción Estudiantil", instancia abierta de formación para estudiantes de educación media y superior, que entregará herramientas teóricas y prácticas orientadas a la acción colectiva en el frente educacional.

PROGRAMA

MÓDULO I: Historia del movimiento estudiantil y actores sociales.

* Sesión 1: Movimiento estudiantil y actores sociales, en el contexto de la sociedad chilena de la década del 70 y 80.

* Sesión 2: Movimiento estudiantil y actores sociales, en el contexto de la sociedad chilena de la década de los 90.

* Sesión 3: Movimiento estudiantil y actores sociales, en el contexto de la sociedad chilena en el periodo reciente.

* Seminario I: La experiencia del movimiento estudiantil en el chile contemporáneo.

MÓDULO II: El sistema educacional chileno.

* Sesión 4: Imaginarios sociales tras los modelos educacionales en Chile.

* Sesión 5: El sistema educacional chileno y sus principales reformas I.

* Sesión 6: El sistema educacional chileno y sus principales reformas II.

* Sesión 7: Discusión programática y actores sociales.

* Seminario II: Chile en el Bicentenario. ¿Qué hacer en educación?

MÓDULO III: Herramientas de gestión y desarrollo de las organizaciones estudiantiles.

* Sesión 9: Como vencer la apatía de las bases. Herramientas de participación y gestión local.

* Sesión 10: Organización de actividades culturales.

* Sesión 11: Medios de comunicación. Paginas web, blogs, revistas, etc.

* Taller práctico 1: Desarrollo de medios de comunicación digitales e impresos.

* Sesión 12: Marco legal actual. Ley general de educación (LGE), marco que regula las formas de organización y la ley penal juvenil.

* Sesión 13: Formas de organización estudiantil. Asambleas v/s Federaciones o Centros de Alumnos. ¿Formas contradictorias o distintas herramientas de organización?

* Sesión 14: Nuevas y tradicionales formas de acción colectiva de actores sociales.

* Sesión 15: Estrategias de manejo de escenarios en periodos de conflicto.

* Sesión 16: Estrategias comunicacionales en periodo de conflicto.

* Taller práctico 2: Simulación de conflictos y manejo de escenarios.

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¿CUÁNDO?

Martes y Jueves 18:30 a 20:30 hrs.
Primera sesión Jueves 8 de Abril.

¿DÓNDE?
Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.
Portugal 84, Santiago.

¿DONDE ME INSCRIBO?
http://talleresparalaaccion.wordpress.com/
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FINANCIA
Fondo Iniciativas Juveniles 2009 - INJUV

ORGANIZA
Movimiento por la Democracia y la Participación Ciudadana

INVITA
Izquierda Autónoma Universitaria

lunes, 22 de marzo de 2010

Más allá de la caridad empresarial y el asistencialismo artesanal

El escenario post-terremoto ha creado un teatro ideal para las minorías que ostentan el poder en Chile. Bajo el telón de la "unidad nacional", la clase política nos presenta al empresariado como el único actor capaz de reconstruir el país, mientras la devastación fortalece las bases culturales del neoliberalismo. Con total impunidad, las grandes riquezas se soban las manos pensando en las nuevas oportunidades de negocio que abrió la catástrofe y en la alfombra roja que para su saqueo les ha tendido el nuevo gobierno.

La izquierda, en tanto, se ha mantenido estática, tímida y silenciosa, incorporada sin ruido al pacto de gobernabilidad, sin capacidad de proponerle al país una alternativa digna de reconstrucción. Ha sido, en definitiva, vagón de cola de una derecha que asume la catástrofe como oportunidad para reforzar sus lazos con las bases de la sociedad. De no irrumpir un cambio en este escenario, no podemos esperar sino una profundización de las desigualdades para el Chile del Bicentenario.

Pero en medio del trauma, una cosa ha quedado clara: no es por la vía del oportunismo individual que lograremos levantarnos, sino a través de la colaboración y la solidaridad. Frente a la ineptitud estatal y el aprovechamiento de los privados, la organización del mundo popular ha resultado el mecanismo más eficiente a la hora de perfilar la reconstrucción. Pero la izquierda debe estar a la altura, articulando una fuerza crítica y propositiva, que si rechaza la caridad empresarial también se proponga superar el asistencialismo artesanal que la ha condenado a los márgenes de la cancha política chilena.

Así las cosas, disputar el sentido y la orientación de la "reconstrucción de Chile" es un desafío que como estudiantes de la Chile no podemos eludir. La recolección de ayuda humanitaria y el voluntariado de emergencia son tareas necesarias pero insuficientes. En la actual coyuntura, la FECH debe asumir un rol decididamente político, convocando a un referente social para posicionar una alternativa a la vía empresarial de reconstrucción, haciendo valer con fuerza la opinión que como estudiantes tenemos sobre las contradicciones visibles en esta coyuntura y trabajando para que la universidad pública asuma su rol.

La despolitización de las relaciones sociales del Chile actual y su reemplazo por la promesa de movilidad social por la vía del consumo, son el origen tanto de las imágenes de salvaje individualismo que presenciamos tras el terremoto como del arribo de Piñera al poder. Confrontar esta tendencia con el posicionamiento de un actor que conflictúe la reconstrucción oficial debiera ser la preocupación central de una organización como la FECH de hoy en adelante.

Desde ya, comprometemos nuestro esfuerzo para cumplir este objetivo y nuestra disposición de trabajo con todos los grupos que también lo estén.


Con la esperanza intacta!!!


Izquierda Autónoma
Universidad de Chile

Marzo de 2010

Comentarios plan estratégico Sociología 2008-2009


Ante las Jornadas de Discusión del Plan Estratégico 2010-2011 de la carrera de Sociología, y la evaluación que el Departamento ha realizado respecto del Plan Estratégico anterior (en documento enviado hace algunas horas por el CESOC, que de todas formas re-adjuntamos), resulta particularmente sorprendente lo superficial del tratamiento que se le da al Pregrado (páginas 28 a 33), evaluándose de manera muy somera los objetivos planteados y, con ello, omitiéndose aspectos fundamentales en los cuales el desarrollo del Pregrado ha presentado falencias significativas que no pueden pasarse por alto.

El hecho de que una serie de objetivos planteados en el Plan Estratégico 2008-2009 simplemente sean omitidos en la cuenta pública que el Departamento hace, genera el riesgo de que importantes falencias en el desarrollo del Pregrado terminen siendo aisladas de la discusión, perdiéndose con ello las posiciones que como estudiantes generamos en las Jornadas de Discusión de fines del año pasado.

Es por esto que compartimos el presente documento, referido a los objetivos del Plan Estratégico no contemplados en la cuenta que hace el Departamento, esperando contribuir al debate sobre la docencia que queremos y a que las demandas y diagnósticos que como estudiantes hemos levantado no sean pasados por alto a la hora de la toma de decisiones.





Saludos y nos vemos!

viernes, 12 de marzo de 2010

Boletin Transversal Marzo 2010

(Clickeé para ver la imagen en tamaño completo)



jueves, 11 de marzo de 2010

La FECH en Parral tras el terremoto


Les dejamos estos videos de los trabajos voluntarios que se han estado desarrollando desde la FECH en Parral...los más afectados son los mismos de siempre, porque pese a lo que diga Amaro Gómez Pablos (que la catástrofe ha sido democrática y para todos igual) las familias más dañadas siguen siendo las más desposeídas.

Este es el primer paso de una labor que se proyecta al largo plazo...continuamos trabajando conscientes de que aquí, más que reconstruir el Chile que teníamos hace unas semanas, el gran desafío es construir un Chile distinto, más justo e incluyente.

Enviamos nuestros saludos a todos los compañeros que se han visto afectados por la catástrofe e invitamos a todos a sumarse al trabajo de la federación

Fuerza compañeros!






(Pronto tendremos más noticias e información disponible)

domingo, 7 de febrero de 2010

viernes, 22 de enero de 2010

El Autonomismo frente al escenario actual

(Documento elaborado en el marco del Encuentro Nacional Autonomista en Enero de 2010)

1. Mapa político post elecciones presidenciales: Nosotros y la política nacional

Evolución política de Chile en los últimos 20 años: Síntesis.

Las presentes elecciones presidenciales enfrentan a 2 candidatos que emergen en el mismo impulso histórico. Tanto Piñera como Frei se encontraban posicionados en la vereda del NO a Pinochet para el plebiscito del 89.

De esta manera, el liderazgo de Piñera en la derecha demuestra el progreso “democrático” de la coalición de oposición, en la cual, los vestigios Pinochetistas, aunque presentes, han debido quedar postergados ante sucesivos “desmarques” de la Dictadura, cuyo último y más evidente hecho lo constituyó la misma muerte del dictador, que fallece como un “cadáver político”, sin funerales de Estado, reconocido como “dictador” y genocida, pero más que nada como un ladrón, sin que nadie lo defendiera ante la historia.
Sin embargo, esta elección también es la demostración del quiebre del pacto que dio origen a la democracia pactada, que se refleja en el agotamiento del proyecto político de la Concertación de Partidos por la Democracia.
No debemos olvidar que la Concertación fue la coalición que gobernó, casi sin oposición, durante los años 90, auto – atribuyéndose la conducción del proceso caracterizado como la transición a la Democracia. Tan solo, al final de dicha década la Concertación como coalición gobernante comienza a contar con una oposición real: por una parte, los sectores democráticos de la derecha constituyen la Alianza por Chile, liderada por el candidato UDI Joaquín Lavín; y, por otra parte, la izquierda logra rearmarse desde la proscripción del Partido Comunista, dando nacimiento al Juntos Podemos Mas, alineada tras la candidatura del candidato Humanista Tomas Hirsch.

Es así como el año 2000, Chile se encuentra frente a un proceso político novedoso en su historia republicana: el balotaje o segunda vuelta, que logra dar como vencedor, en una reñida disputa, a Ricardo Lagos, marcando con ello el retorno de un Socialista a La Moneda. Desde aquel momento, la otrora hegemónica Concertación, comienza a sufrir una serie de tensiones desde la derecha, tanto como de la izquierda.

Durante el mandato de Lagos se logra aprobar el paquete de Reformas Constitucionales que si bien no dio pie para sostener el fin de la transición – como a la clase política le hubiese interesado- dio origen a un nuevo horizonte para Chile, de la mano de los Tratados Internacionales, constituido por la integración de la Nación al primer mundo, o los países desarrollados.

Este último impulso del gobierno de Lagos es lo que ordena las fichas del futuro mandato de Michelle Bachelet, puesto que en la carrera por el desarrollo acerca a importantes sectores del empresariado “involucrados” en la obtención de aquel objetivo. Esta última etapa de Lagos explica también la irrupción de nuevos liderazgos en la Concertación para que encabezaran este nuevo desafío. Es así como las viejas caras de la Concertación son desplazadas por 2 figuras femeninas jóvenes: Michelle Bachelet y Soledad Alvear.

De este modo, existen una serie de factores, pero principalmente su figura femenina, la aparición desde fuera de la “clase política” tradicional, amparada por un discurso de gobierno ciudadano, sumado al importante apoyo del empresariado (a consecuencia de la última etapa de Lagos), explican la difícil, pero indiscutible victoria de Bachelet sobre un incipiente Sebastián Piñera. En la segunda vuelta, que le dio el triunfo a Bachelet, ocurrieron hechos importantes que debido al bloqueo mediático no se conocieron mayormente, pero que hoy cobran importancia: el apoyo del Partido Comunista a la candidata oficialista, provoco un quiebre al interior del pacto que trajo como consecuencia, el llamado a votar nulo del candidato Tomas Hirsch y la salida del Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

El primer año de gobierno de Bachelet estuvo marcado por la Revolución Pingüina que introdujo el debate sobre la educación en la clase política. Sin duda que el apoyo de los medios guiados por la Teoría del Desalojo aporto al fortalecimiento del movimiento, pero digitando a su vez su separación y división. Este hecho marca un hito en el cual la clase política se unió en pos de la gobernabilidad. Sin embargo, el descalabro de Bachelet se extendió hasta el 2007, donde los llamados díscolos, a lo cual se suman los casos de corrupción, terminan por generar la renuncia de Fernando Flores y Jorge Schaulson del PPD pasando a fundar el referente Chile Primero, y la salida también de Adolfo Zaldívar y Jaime Mulet, para dar nacimiento al Partido Regionalista de los Independientes, que actualmente apoyan a Sebastián Piñera. El gobierno de Bachelet logra enmendar su rumbo, a pesar del conflicto mapuche, los trabajadores del cobre, los forestales, los pescadores artesanales, los profesionales de la salud, los profesores, estudiantes secundarios y universitarios, pues logra recabar un importante apoyo de la ciudadanía en su última etapa, fundamentalmente por la Red de Protección Social, el ingreso de Chile a la OCDE y su liderazgo en UNASUR, y el correcto desempeño ante la crisis financiera mundial y el caso de la fiebre porcina.

Sin embargo, la coalición gobernante agudizo sus tensiones internas, dando como resultado 2 listas en las elecciones municipales de 2008 y la salida de Alejandro Navarro, para crear al MAS con el cual logra ganar 5 municipios, apoyado por el Juntos Podemos. Y, por otro lado, la conducción de Camilo Escalona dio origen a otras 2 salidas: Jorge Arrate y Marco Enríquez Ominami, para ser candidatos presidenciales, a lo cual se sumo el vicepresidente del partido Carlos Ominami.

De este modo, son las candidaturas presidenciales las que terminan por quebrar al Juntos Podemos, con la salida del Partido Humanista y la alianza electoral del PC con la Concertación, que seguramente dará lugar a su ingreso en la coalición de gobierno. Hoy entonces, el Juntos Podemos parece desaparecer y pasa a formar parte del nuevo ciclo de vida de la Concertación, con la incorporación del Partido Comunista, la Izquierda Cristiana y el Movimiento Nueva Izquierda. A lo cual debemos sumar, un necesario retorno del MAS de Navarro y Fuerza País de Soria para apoyar a Frei.

De este modo, es la Nueva Mayoría que apoyo a MEO y el Partido Humanista la que ofrece una alternativa diferente a los 2 grandes bloques, que aun está en proceso de decantación, discusión y construcción. A estos actores más relevantes, se pueden agregar el Partido Ecologista, la Red Progresista, el MUMS, el Movimiento Surda, y existen cercanías con el Partido de Izquierda, el MSPS y al parecer de Fuerza Social y Democrática de Jorge Pavez y el Movimiento Democracia y Justicia Social que apoyo a Juan Guzmán en su aventura senatorial. Sin embargo, aun no sabemos como decantará aquello: si puede constituir una alternativa viable para el mundo social, o solo se reducirá al reagrupamiento de las fuerzas anidadas al alero de la critica intra – Concertacionista.

El Autonomismo en Chile: la SurDA

El desarrollo del Autonomismo como corriente en nuestro país fue desarrollado principalmente por el Movimiento SurDA. El desarrollo de este movimiento fue de forma clandestina durante la década de los 90, apareciendo de forma pública para la Toma de Peñalolén. Y, luego desarrollo un importante rol en el campo popular a través de diferentes dirigentes poblacionales. Luego, la política de la SurDA logra su distanciamiento definitivo de la “izquierda tradicional” (mal llamada izquierda política) con la constitución del Juntos Podemos, momento en el cual el Partido Comunista renuncia a su vocación popular para potenciar un camino de avance institucional que hoy comienza a dar frutos. Este hecho genera una importante actividad del movimiento en virtud de la construcción de poder popular a través del despliegue de una política al interior de las organizaciones estudiantiles, logrando triunfar en diferentes Federaciones de Estudiantes a lo largo del país, reconstruyendo la organización de los universitarios que había sido desarticulada luego de una gran movilización que se baja sin mayores resultados el año 1996.

Esta articulación le permite captar el apoyo de otras organizaciones políticas que confluyeron en aquel periodo, de la misma crítica hacia la izquierda política, tales como Fuerza Social y Democrática de Jorge Pavez en el Colegio de Profesores y otra serie de alianzas que le permitió adquirir presencia en la ANEF, CUT y FENPRUSS, y en el ámbito de la Educación Superior con la Nueva Izquierda que se constituyo para la recuperación de la articulación política de la FECh como un actor político en la sociedad, cuyo rol se había perdido con la conducción de la izquierda tradicional. Es así como la refundación de la FEUACh de Valdivia en el 98 fue el comienzo de un proceso en el cual el 2003 se logro articular al CONFECh y reposicionarlo como un actor fundamental basado en un movimiento estudiantil que logra cosas y no es la bajada de una política partidaria. De esta forma, este proceso sirve de base para la articulación de la Izquierda Amplia que junto a Nueva Izquierda y USocial le permite acceder a la conducción de la FECh y el triunfo histórico en la FEUC. Son precisamente estos hechos los que sirven de base para orientar una lucha estudiantil que se proponga ganar cosas concretas en medio de la discusión por los créditos que instalo el PC, y con una serie de planteamientos concretos se pudo arribar al histórico acuerdo CONFECh – MINEDUC de 2005.

La SurDA como organización política se caracterizo por introducir una serie de aspectos que la izquierda chilena de tinte conservador nunca miro con buenos ojos, tales como los procesos que se inician en diferentes partes de Latinoamérica, superando la estrecha visión del PC de Gladys Marín que no hacía más que mirar hacia el proceso Cubano. Es así como contribuyo a través de la revista homónima a rescatar el proceso Zapatista, del FMLN, de la Revolución Bolivariana, Lula, los piqueteros en Argentina, Frente Amplio uruguayo, FARC, etc.

Asimismo, en otro ámbito, hace años venía cobrando fuerza la Revista Cáñamo que dio origen a la constitución del Colectivo Movimental, que en aquel momento pudo instalar la discusión acerca del consumo personal responsable y el autocultivo a propósito de la promulgación de la ley 20.000 que sanciona el microtrafico. A pesar de la vigencia de dicha ley, la articulación de este colectivo permitió el diseño de una política alternativa a la política de drogas del CONACE.

Sin embargo, en el Congreso del movimiento en 2006 se define seguir con la construcción de los propios espacios locales, pero en el fondo el movimiento se quiebra a consecuencia de la propuesta de emanar un apoyo “critico” al Gobierno de Bachelet, y luego de aquello se intenta emprender un camino fallido hacia la construcción de una alianza política con Fuerza Social y Democrática y Nueva Izquierda para avanzar hacia la construcción de un partido político. Aquel proceso encontró a la SurDA replegada hacia la construcción del movimiento universitario, sin embargo, estos planteamientos generaron la separación de la FEUACh en 2006 que se había mantenido a la cabeza de la organización local ininterrumpidamente por 8 años. Con ello la SurDA solo pudo mantener la articulación con Nueva Izquierda en la FECh que resulto importante en la constitución del Bloque Social para la Revolución Pingüina que finalmente define bajarse del Consejo Asesor Presidencial constituido para aquella época. Esto permite una última etapa de vida de la SurDA que incluso permite lograr la presidencia de la FECh en 2007, sin embargo, el presidente decide dejar la organización a consecuencia del camino seguido que acercaba la SurDA hacia los sectores “díscolos” de la Concertación, especialmente Alejandro Navarro con el cual finalmente se estructura el MAS. Sin embargo, a esa altura la SurDA no tenia mayor anclaje social más allá de Movimental y la Red Autónoma de Comunicadores Infantiles.

Finalmente, quienes siguen construyendo con el capital político de la organización se reúnen a comienzos de 2009 a consecuencia de que una parte de la militancia apoya a Navarro en las presidenciales y por una coyuntura que hace aparecer la organización en El Mercurio como una de las organizaciones en las que más creen los jóvenes, y definen una coordinación en virtud de la cual avanzarían hacia un proceso constituyente Surdo. Sin embargo, este proyecto fue postergado por la contingencia electoral que habilito la candidatura a Diputado de Claudio Venegas y el apoyo como organización a la candidatura presidencial de Marco Enríquez Ominami, y participando actualmente de la discusión del nuevo referente que ha propuesto la Nueva Mayoría.

El Autonomismo en Chile hoy:

No somos pocos los que nos hemos forjado en el campo de la organización social, y especialmente la organización estudiantil por medio de esta entelequia denominada “Autonomismo”. Debemos ser claros en reconocer nuestra propia debilidad que a la vez constituye nuestra fortaleza fundamental: no somos un partido, no somos una secta, no somos un movimiento, en general carecemos de una orgánica, como quizás si lo fue la SurDA en sus buenos años. Sin embargo, comprendemos en el Autonomismo una corriente de pensamiento ligado a una forma concreta de entender y practicar la política, que es diferente a la de la elite política.

Casi coetáneamente a la existencia de uno de los colectivos locales de la SurDA denominada Estudiantes Autónomos de Derecho en la Universidad de Chile, nosotros en Valdivia comenzamos a estructurar una organización estudiantil de los estudiantes, para los estudiantes para hacer frente a una fortalecida articulación de la centro derecha (DC – RN – UDI) que luego del desarme Surdo, y con mucha improvisación pero a la vez ingenio, permitió un triunfo el año 2006 a pesar de que todo conspiraba en contra, entre aquello la integración al proceso de la Revolución Pingüina que no solo logro articular el Bloque Social por la Educación en la Región y dar origen a un improvisado, también, Congreso por la Educación, sino que principalmente desde un punto de vista interno dicha integración nos mantuvo en una paralización importante, sin mayores resultados concretos locales. Y sabemos que una movilización que no logra cosas genera efectos de los cuales la derecha siempre saca buenos dividendos. A pesar de ello se resistió y se pudo ganar la Federación por un noveno año consecutivo, lo cual permitió el inicio de un camino orientado a la rearticulación de un Movimiento Estudiantil, a través de la creación del Movimiento Autonomista UACh que nos sirvió para levantar un trabajo local durante el año 2007 con 4 Facultades que pudieron obtener resultados concretos, que permitió también un triunfo indiscutido esta vez contra la centro derecha (PS – DC – RN – UDI) y la Alianza Amplia de Izquierda (PC – PH).

Sin embargo, la inexperiencia de nuestros “cuadros” a lo cual debemos asumir la arrogancia de atribuirse el proceso que se arrastraba desde los años anteriores, generó un Movimiento arrogante y falto de autocritica que permitió una alineación de la clase política estudiantil, que sumada a otros factores de tipo más global, dio origen a un movimiento anti – autonomista durante la larga toma del 2008, que degenero incluso en un movimiento anti – federación que se solapaba tras un discurso de Congreso Refundacional. De esta forma, el proceso pos toma estuvo marcado por un fenómeno de satanización Autonomista en el cual ser o declararse Autonomista parecía ser causal de un “ajusticiamiento popular”. Evidentemente, aquel proceso dejo trunco las iniciales proyecciones de forjar un renovado movimiento estudiantil para la Austral, en el cual los Autonomistas “en formación” solo quedaron allí. Aquel proceso aun no termina de procesarse de parte de todos los miembros del Movimiento Autonomista, y aun constituye una incertidumbre si logrará procesarse en un proceso de carácter más colectivo que la propia reflexión personal. Pero, más allá de nuestras propias y solitarias reflexiones, el mundo siguió y sigue girando. Por ello localmente, nos vimos en la obligación de articular otra organización, esta vez como colectivo de estudiantes denominado Socializa, el cual hoy aun se encuentra en formación.

En el año 2008 las movilizaciones de importante magnitud, aun más que las del 2006 podríamos decir de forma material, aunque sin el apoyo mediático que tuvieron los pingüinos, sino al contrario la directa censura y criminalización, a lo cual aporto la política de la izquierda y la “ultra” que puso principal atención a la represión, que es verdad existió, pero no era lo principal que exigía el momento. A pesar de aquello, constituye un diagnostico compartido acerca de que en las movilizaciones de aquel año existía una conducción de sectores autónomos, pero que no necesariamente respondían a una conducción Autonomista, que valga decir, no existía, pero se fue construyendo en el camino, sobre todo con la articulación desde el CONFECh, en donde se logró articular un número importante de Federaciones que pudo hacer frente al tácito pacto entre los sectores de la Jota y la Concertación. Fue en aquel proceso que se logro la articulación que hoy nos reúne bajo una identidad Autonomista a estudiantes universitarios de la UNAP, UCV, UV, UTFSM Valparaíso, U de Chile, USACh, PUC, U de Concepción, UTFSM Hualpen y UACh.

Un primer intento de articular una política para el 2009 lo constituyo el Encuentro de Enero en Gómez Millas, sin embargo, en cada lugar en que existían Autonomistas fueron otros los temas que marcaron la agenda, dentro de los cuales el aspecto principal lo constituyo la política de alianzas de cada lote. Hoy podemos desplegar una política desde un marco de afinidades mucho más claro, y con un “rollo” mas menos elaborado y probado en los distintos espacios de distinta forma, captando una buena recepción. Es así como, se pudo ganar la PUCV y la Vicepresidencia FECh con ciertas afinidades de discurso, y también en la UNAP, la cual sin embargo, obedece a un proceso con mayores particularidades propias de una Universidad Estatal precarizada en Iquique, que de resolverse en el Consejo de Presidentes, constituirá un proceso bastante exitoso. Realidades diferentes son las que permitieron el triunfo en USM Hualpen, y el proto Frente Amplio en la U de Concepción. Socializa en la UACh, los de la USACh, Autonomistas de Valparaíso (UV y UTFSM) y MEI en la PUC son procesos que están en nacimiento y desarrollo.

Esta es la situación actual que hoy nos reúne en un 1º Encuentro Autonomista, ante lo cual solo cabe mencionar desafíos e interrogantes:

• Extraer las razones que sirven de fundamento a la aparición de estos diferentes Colectivos de inspiración Autonomista.
• ¿La denominación auto referida que reemplaza a los “Movimientos” por los “Colectivos”, responde a consideraciones simplemente semánticas o envuelve consideraciones a partir de las cuales se puedan extraer conclusiones de mayor importancia?
• ¿Qué nos diferencia de los otros grupos políticos, y que hacen que nos reunamos: solo la necesidad, un ideario común, etc.?
• ¿Cuál es nuestra relación con la SurDA, tanto con su pasado, como con aquella que hoy reivindica su proceso?
• ¿Somos de izquierda, de centro, de derecha o dicho debate no nos constituye?
• ¿Es solo semántica la distinción entre Autónomos y Autonomistas?

Sin lugar a dudas, que existen otros desafíos e interrogantes, pero, desde ya creo que la articulación que podemos generar desde el Autonomismo no nos servirá para disputar la conducción del CONFECh, puesto que la macro alianza Concertación – PC – Nueva Izquierda mantiene una importante hegemonía en dicho espacio, lo cual no implica por otro lado, renunciar al espacio, pero en pos de otros objetivos, tales como viabilizar las condiciones para una organización estudiantil de tipo diferente al que nos ofrece tal pacto. Por ello, que el fortalecimiento de los procesos locales, sobre todo de aquellos que están en crecimiento, pueden servir para generar aquellas condiciones, para lo cual debemos desplegar una política amplia de alianzas que debemos discutir, lo cual nos impone un nuevo desafío: ¿Con quienes nos juntaremos?, para lo cual sirve de base la pregunta ¿Con quienes nos juntamos hoy? y ¿Por qué?

2. Panorama luchas educación superior: análisis y propuestas

El sentido publico de las universidades: el nuevo mono de de la elite progresista.

Desde la revolución pinguina se empezó a decantar el debate sobre la educación publica, los colectivos autonomistas empezaron a levantar la temática de la universidad publica del siglo XXI, aquello que comprende a las universidades como órganos generadores de conocimiento que van directamente en beneficio y desarrollo de las sociedades, donde la información debe ser transferida a las personas a través de distintos canales pero sobre todo en la liberación del conocimiento en general. Esto asimismo a tenido distintas derivadas, como el acceso a las instituciones de educación superior, elitización de el estudiantado en las universidades del cada vez menos CRUCh, las patentes de investigación generadas desde las universidades entre otras. Esto se contrasta con todas las reformas en educación superior que se han venido implementando este ultimo tiempo tales como Cambio del sistema de ingreso a las universidades chilena, Cambio del sistema de crédito en educación superior, Cambio de modelo de evaluación curricular, Implementación del sistema de créditos transferibles, Creación de la comisión de acreditación del cual derivó luego la idea de formar el CRUA, implementación de convenios de desempeño.

El año 2009 fuimos testigo de un intento bastante cupular por comenzar el debate de la educación pública (si es que fue ese su verdadera intención). Lo sorprendente de este proceso no solo fueron las agrupaciones que asistieron cuyos dirigentes en su mayoría se encuentran en proyectos políticos tales como la concertación, juntos podemos, nueva izq. En donde el concepto de lo publico se define (conclusiones del congreso de educación), como aquello que es pluralista, democrático, y otros valores que podrían definirse en un amplio espectro. El asunto con todo aquello de la “cosa publica” es cuando se busca financiar a las instituciones de educación superior que cumplen con aquel “rol publico” en donde las universidades privadas también tiene cabida y que no definen en lo especifico el como, ni el porque ni cual de “lo publico” de sus instituciones.

Próximamente veremos levantamientos de movilizaciones en pos de la educación publica, dirigida por estos mismos actores y que culminaran en una gran pacto del “mundo social” con las reformas en educación superior instaladas por Brunner y recomendadas por la OCDE, el cual contara con la validación de la ciudadanía a través de estos agentes movilizadores, el colegio de profesores, el CONFECh, Andime, entre otros. Lo anterior nos deja en un difícil escenario, pues por una parte debemos reafirmar el compromiso por levantar las luchas locales generadas desde los estudiantes, que bajo este escenario de montaje nacional se entremezclan en cuanto a las demandas y por otra parte diferenciar nuestra perspectiva de lo que entendemos como “educación publica” del concepto “de lo publico” que trataran de instalar las elites progresistas, entendiendo que el gran caballito de batalla del proyecto centro izquierda será el ser oposición al gobierno de derecha. Bajo este entendido ¿debemos emprender esfuerzos de impacto nacional y entrar en este debate sobre la educación publica? ¿Existe la fuerza material para hacerlo? ¿Si no es este nuestro cometido, cual será? ¿Como nos diferenciaremos del discurso “rol publico”? ¿Podemos aprovechar este escenario?

3. Orgánica nacional y proyecciones futuras

Desde la disolución de la SurDA que el despliegue del Autonomismo, como forma de entender y practicar la política, ha girado en torno a esfuerzos voluntaristas, que movidos a partir de ciertas intuiciones han dado pie a ciertos resultados. El carácter principal del Autonomismo ha devenido en una suerte de corriente de pensamiento que ha inspirado la articulación de diferentes colectivos al interior del campo estudiantil. De esta forma, el desafío fundamental que nos coloca nuestro estado actual es la generación de una corriente Autonomista a nivel nacional.

Esto converge con el surgimiento de distintos esfuerzos colectivos de base al interior del mundo social y estudiantil que no surgen desde las conducciones partidarias de la mal llamada “izquierda política”, sino que a través de conducciones autónomas, más no necesariamente autonomistas. Organizaciones de distinto carácter que han tenido mayor o menor éxito, sistematicidad o grado de auto – organización, pero que en general han sido esfuerzos espontaneístas carentes de una visión global en su conducción, lo cual ha hecho que sucumban ante el cierre de la “clase política” que rápidamente se ha cuadrado para piteárselas, entendiéndolas como enemigo común. Hoy son innumerables la cantidad de colectivos, agrupaciones, organizaciones políticas y sociales que responden a estas características: conducción autónoma, por fuera de la clase política. Sin embargo, ellos mismos constituyen un aspecto conflictivo con el Autonomismo, puesto que no es raro que con dichos grupos no exista dialogo, y aun más derechamente o no se pueda conversar, o no quieran conversar siquiera con nosotros.

Sin embargo, el problema que cruza a estas organizaciones autónomas, es que carecen de una política que los constituya y que permita un horizonte y marco de acción global y sostenida en el tiempo, aspecto que como bien sabemos no se soluciona con la radicalidad de la movilización, y mucho menos con la pura creatividad, terminando con ello engordando el poder de negociación del PC, que como bien sabemos hoy juega mas para los poderosos que para otra cosa. En este orden de cosas, nuestra situación es igualmente precaria, pero con la ventaja de mantener un ideario común que ha cruzado al Autonomismo, heredero de la SurDA, y su vocación de hacerle frente a la iniciativa de la elite, siendo capaces de hacer evidente el carácter “progresista” del avance de la misma.

De esta forma, lo que nos queda es caracterizar una política que nos permita articular al menos a los colectivos que respondan a la identidad Autonomista, que son precisamente los que asistirán al Encuentro. Y, para el correcto desarrollo de la misma, resulta necesario establecer una coordinación nacional que sea capaz de mantener contacto permanente con cada uno de los colectivos locales Autonomistas. Ahora bien, aquella política, que es la que debemos clarificar en el Encuentro, debe contar con la flexibilidad necesaria para su concreción local, y en ello nos parece adecuado construir la misma sobre la base de las necesidades y conflictos locales, en una lógica inductiva, más que deductiva. Es decir, a través de lo que los distintos colectivos locales ven como necesario en su propia realidad inmediata.

De la misma forma, en distintos lugares se están conformando colectivos de corte Autonomista. Debiera ser prioridad, por tanto, de esta coordinación nacional contribuir al fortalecimiento de aquellos procesos, asesorándolos de distinta forma, con la finalidad de hacerlos emerger al interior de sus realidades y, por lo tanto, tener visibilidad nacional. Así apostar, por ejemplo, a tener presencia en las Federaciones de Estudiantes y en la conducción del movimiento estudiantil.

Por ultimo, deberíamos buscar los mecanismos de establecer una mínima articulación con los colectivos de conducción autónoma, que no necesariamente son Autonomistas, pero con los cuales se tenga mayor afinidad, lo cual no necesariamente debiese implementarse a través de un marco formal de alianzas, sino que a través del despliegue de una política clara que sume e incorpore el actuar de estos grupo, de manera que confluyamos en un horizonte común.

miércoles, 20 de enero de 2010

ELEMENTOS PARA EL ANÁLISIS DE LA COYUNTURA

(Documento elaborado en el marco del Encuentro Nacional Autonomista en Enero de 2010)

El presente documento no intenta más que entregar algunos elementos para el análisis de la coyuntura política, ejercicio que busca dar paso a una reflexión que nos permita enfrentar con mayor claridad y eficacia política los desafíos que nos plantea el Chile actual en el campo de la Educación Superior.


I. El proceso político en curso

Asistimos a un reordenamiento de la estructura de poder que rigió Chile desde el retorno a los gobiernos electos en urnas, estructura conocida como el “pacto de la transición”. El entendimiento de los dos bandos de la burguesía que se repartieron las riendas de la post-dictadura se traduce hoy en el ascenso al poder de la derecha, con la primacía interna de un renovado liberal-populismo por sobre un pinochetismo en decadencia. La Concertación, relegada ahora al papel de oposición, se sumerge en un escandaloso proceso de depuración interna, cruzado por precipitados intentos de refundación improvisada y espectáculos por parte de un débil y vacío progresismo que choca con el desplazamiento del centro de la coalición hacia la derecha política.

Habida cuenta del tipo de liderazgos políticos promovidos por la Concertación y del tono asumido por las últimas pugnas internas de la clase política dirigente, ambos de marcado carácter populista, el triunfo de Sebastián Piñera no se aparece como un giro sorpresivo sino más bien como la evolución natural del itinerario que el “pacto de la transición” diseñó para la post-dictadura. La despolitización de las relaciones sociales que anidan en la base de la sociedad chilena, sembrada por una Concertación tecnócrata a vista y paciencia de una izquierda estática y un movimiento popular profundamente desarticulado, aparece como la principal causante del arribo de la derecha al poder con una importante lealtad de masas.

La izquierda, en tanto, atraviesa por uno de los más hondos momentos de desorientación política en su historia. Dividida en torno a la táctica que debía asumir frente a la coyuntura electoral, postergó una vez más la posibilidad de proyectar una alternativa con vocación de mayorías que permitiera perfilar una agenda popular al ser cooptada por iniciativas que buscaban dotar de mayor fuerza al bando liberal-progresista de la burguesía dirigente en su enfrentamiento electoral con la derecha de Piñera. Si bien la estrategia del PC para poder acceder al Parlamento rindió frutos, lo hizo de la mano de una Concertación en descenso y luego de renunciar a conducir el latente descontento popular generado por el modelo neoliberal. Por su parte, los distintos grupos que la posición asumida por el PC disgustó, fueron utilizados como fuerza auxiliar de la aventura de Enríquez-Ominami para disputar la conducción del ciclo de renovación de la Concertación.

Como resultado del proceso político en curso, la posibilidad de subvertir las bases políticas y culturales en las que se sustenta la democracia antipopular chilena queda dificultada como nunca antes desde su existencia. En lugar de aprovechar los síntomas de agotamiento de este orden y sus equilibrios políticos para resituarse en las correlaciones centrales de fuerzas, la izquierda y el movimiento popular han terminado siendo agua para el molino de disputa por la “corrección del modelo” (forma vulgar de explicar el esfuerzo por viabilizar y re-legitimar socialmente la profundización capitalista), ya sea en su versión regulacionista (PC-Frei) o en su versión de apertura al nuevo empresariado (MEO). Dado el distanciamiento existente entre la izquierda y el movimiento popular, sumado a la todavía transversal presencia de la Concertación en vastos espacios sociales a través de redes clientelistas construidas por más de dos décadas en el poder, se hace muy difícil vaticinar mejores condiciones para la emergencia de una alternativa popular.

Si los movimientos de reacomodo que surgieron dentro de la Concertación después del antipopular gobierno de Lagos nos hicieron abrigar esperanzas de un cambio favorable en la estructura de poder, hoy vemos que aquello no ocurrió. El descontento generado en sectores medios por la radicalización neoliberal que se expresó en distintas movilizaciones sociales (estudiantes secundarios, subcontratistas del cobre, trabajadores forestales, etc.), en lugar de procesarse políticamente se desactivó, tanto desde la izquierda como desde la Concertación. El descontento surgido frente al fracaso de las promesas de movilidad social y crecimiento con igualdad es hoy conducido con habilidad por una derecha desde el discurso del emprendimiento y el esfuerzo individual. Ejemplo de ello es que de nada le sirvió a Eduardo Frei enarbolar un discurso centrado en la protección social y el crecimiento del Estado.

La candidatura de Enríquez-Ominami se articuló justamente desde ese descontento incubado en sectores medios y populares, pero lo administró con pequeñez, acumulando para una maniobra política de acomodo y negociación “por dentro”. Como producto de esta iniciativa, que a pesar de su artificialidad resultó determinante en la coyuntura política inmediata, el debate se encuentra hoy secuestrado por polémicas procedimentales y absurdos como la necesidad del “recambio generacional” y otros voladeros de luces. A pesar de lo presentado por los medios de comunicación (principales creadores de la candidatura de MEO), esta iniciativa no redundó en mayor participación social, de hecho, no movilizó a movimiento social alguno y nunca había concurrido tan poca gente a las urnas en una elección presidencial de la post-dictadura.

II. Nuevas condiciones de lucha para el movimiento estudiantil

Desde el gobierno de Lagos que en el ámbito de la educación está en curso una ofensiva neoliberal caracterizada por un proceso de reajuste y corrección de su tendencia al agotamiento. Si durante los ’90 y la primera mitad de la presente década nos enfrentamos a un proceso de frontal mercantilización, cuyas bases había inaugurado la dictadura, hoy nos enfrentamos a un proceso de profundización que busca reactivar el dinamismo de la educación como mercado, instalando nuevas formas de apertura al capital financiero, de subordinación a los requerimientos de rápida rentabilización de las empresas y de creación de fuerza de trabajo ad-hoc a un modelo que exige flexibilidad y especialización.

Pocos son los cambios que el ascenso de la derecha traerá consigo en materia de educación y ninguno de ellos, por supuesto, será sustantivo. Los próximos años deberíamos presenciar, sin embargo, una aceleración de las reformas que la Concertación puso en marcha y una mayor agresividad a la hora de implementarlas. Sabemos que una de las prioridades tiene que ver con modificar la carrera docente y que ello redundará en un régimen de sobreexplotación del profesorado y de precarización del trabajo docente. Sabemos también que con la LOCE y la ley de Fortalecimiento de la Educación Pública ya vigentes, el gobierno se centrará en aumentar el rendimiento escolar en las pruebas estandarizadas de medición de la calidad. Pero no sabemos con igual nitidez en qué consistirá concretamente la ofensiva en el ámbito de la Educación Superior.

Entre los elementos que sí se prevén figuran una reforma a la institucionalidad para acabar con el trato preferente que el Estado da a las universidades del CRUCH, sobreponiéndose así a la distinción público-privado para reactivar el crecimiento de las instituciones privadas de Educación Superior. Y por otro, un más que seguro intento por modificar la relación del Estado con sus universidades, promoviendo una modernización de su gestión, profundización del autofinanciamiento y formas de gobierno corporativo-empresariales.

Todo esto encuentra al movimiento estudiantil desarticulado, sin que los estudiantes secundarios hayan podido proyectar como aprendizaje político la movilización de 2006, al ser desactivados por la Concertación, y con un movimiento estudiantil universitario estático, conducido principalmente por la familia PC-PS, conducción de marcado carácter cortesano y desmovilizador, que más que jugársela por la construcción de un movimiento amplio, con capacidad de movilización, ha preferido un acercamiento a los rectores del CRUCH, con tal de conseguir tímidos maquillajes para un cadáver en evidente estado de putrefacción.

Con el ascenso de la derecha al poder formal, sin embargo, el movimiento estudiantil vivirá transformaciones importantes en su comportamiento, ya que al ser un movimiento conservador y con escasos niveles de politización, responde fácilmente a la agitación del tipo “todos contra la derecha”. La fuerzas políticas que conducen las principales federaciones, además (unas JJCC sumadas hace un año a la campaña de Frei y unas JS en disputa interna justamente por prácticas políticas que estiman causantes de la derrota electoral frente a la derecha), ya han venido ensayando este tipo de convocatoria bajo la demonización de la derecha. La militancia PC y PS se sentirá llamada a construir la oposición al gobierno de Piñera, y para conseguirlo no dudarán en utilizar la organización social de manera utilitaria para dotarse de la fuerza necesaria como actores políticos (en la más pura de las tradiciones de la izquierda chilena).

Se nos plantean así una serie de interrogantes nuevas y la necesidad de reelaborar muchas de las tesis que animaron nuestras construcciones sociales locales. La cerrazón del escenario político nos demostró la insuficiencia de la táctica autonomista de los “bastiones referenciales de masas”. Las formas de poder dual en los trabajos de base pocas veces nos permitieron perfilar conflictos hacia el poder político, y qué decir de su nula capacidad de sumar para la emergencia política de nuestra corriente y la contención de los embates de la profundización capitalista en las bases de la sociedad. Para la incidencia en el proceso político en curso, la sumatoria de experiencias locales, sectoriales y/o territoriales no será suficiente. Abandonarlas jamás será una alternativa, sobre todo ahora que los destacamentos políticos del bando derrotado en las últimas elecciones retrocederán a los espacios sociales de base para dotarse de la fuerza y la legitimidad perdida.

Derrotada la Concertación y afectada por una pérdida de legitimidad que a nivel estudiantil le costará recobrar en un tiempo, con la izquierda social desorientada y el PC en una posición ventajosa, la “unidad de la izquierda” será el cemento con el cual el bando derrotado intentará rearticular una fuerza que le permita recuperar el poder.

¿Qué haremos como estudiantes autónomos desde las actuales condiciones de lucha, frente a la nueva iniciativa política de la elite?, ¿cómo responder desde nuestros espacios a la convocatoria oportunista de “unir a la izquierda”?

¿Permaneceremos ajenos a esta disputa, bajo ese afán tan cuestionable y despolitazado que nos ha llevado a desmarcarnos de la pugna izquierda-derecha?

¿Cómo aprovechar el desorden de los partidos del bando liberal-progresista, sus intestinas pugnas internas, el triste espectáculo en el que se sumergen sus cúpulas, para proyectar una nueva forma de hacer política, radicalmente nueva en cuanto a prácticas, pero sobre todo de incontenible vocación popular?

Izquierda Autónoma
Enero, 2010

lunes, 4 de enero de 2010

Glosario Socialino

Como mechón, los primeros días te verás un poco sobrepasado por el exceso de información que te entreguen. Entre esa información, se encuentran los conceptos y las siglas que aprenderás sin darte cuenta para identificar procesos, problemáticas e incluso grupos de personas pertenecientes a la facultad. Aquí te ayudamos un poco para que no quedes (tan) colgado:

-CECSo: No, que no te engañe cómo suena, es el Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile (1313)

-CEA: Centro de Estudiantes de Antropología y Arqueología.

-CESOC: Centro de Estudiantes de Sociología.

-CEDEPSI: Centro de Estudiantes de Psicología.

-CEDE: Centro de Estudiantes de Educación.

-Pleno FECH: Asambleas lateras y demasiado extensas donde asisten los Concejeros FECH y el presidente del CECSO con derecho a voz y voto (los demás estudiantes también pueden asistir, pero sólo con derecho a voz). Se supone es la instancia que une a la FECH con las facultades a partir de la entrega y discusión de información de la universidad en general y de todas las facultades en particular. En sociales tenemos tres concejeros, uno de ellos de Izquierda Autónoma: Macarena Castañeda.


Suenan parecido, pero no son lo mismo:

-Consejo de Facultad: Instancia máxima de toma de decisiones en la Facultad en la que obviamente estudiantes y funcionarios pesamos menos que un paquete de cabritas, compuesta por el Decano, la Vicedecana, el Director y Vicerrectora de Pregrado, y los Directores y Jefes de Carrera de los cuatro Departamentos. Además, existen varios "invitados permanentes" (osea sólo con derecho a voz), entre ellos un representante de los funcionarios y el Presidente del CECSo.

-Consejo de Escuela: Se suele confundir con el Consejo de Facultad, pero corresponde únicamente al Pregrado. Lo compone el Director de Pregrado, los cuatro Jefes de Carrera, y el encargado de Docencia del CECSo, este último sólo con derecho a voz (como no). Políticas respecto a las ayudantías, a los horarios, en fin, a todo lo que corresponde al funcionamiento del Pregrado, es lo que corresponde a ese espacio.

-Consejo de Docencia: Espacio de coordinación entre la Docencia del CECSo y los encargados de Docencia de cada uno de los Centros de Estudiantes de carrera.

-Comité de Docencia: Espacio que existe en algunas carreras, con representación de académicos y estudiantes, que toma decisiones respecto a criterios para los contenidos de los ramos así como de composición de los profes requeridos para ellos pero que por si mismo suele tener muy poco peso y las decisiones importantes se toman en cualquier parte menos ahí

-Claustro de Profesores: Es algo así como la "asamblea", pero de los profes. Cada carrera tiene su claustro.


Porque nos encanta discutir:

-Asamblea de Facultad: Generalmente a la hora de almuerzo de algún día de la semana te encontraras con las puertas del Auditorio del Rafa Araneda (Pedro Ortiz) abiertas, con unos cuantos estudiantes sentados con sus bandejas de comida o sus napos o completos, escuchando o hablando con el CECSO presidiendo esa imagen. Son reuniones citadas por el Centro de Estudiantes para informar por conflictos o noticias varias. Se discute abiertamente y luego los cursos definen qué hacer.

-Asamblea de Carrera: Reuniones citadas por los centros de estudiantes de tú carrera (CEA, CEDEPSI, CESOC, CEDE) para discutir e informar de temas específicos de la carrera, principalmente académicos. Generalmente se realizan en una sala de clases previamente fijada para ello.

-Asamblea de Delegados: Reuniones de los Delegados de cada curso con el CECSO citadas por éste último la mayoría de las veces.

-Asamblea de Curso: Reuniones de cada curso en que, adivinen, se discuten temas del curso; además de realizarse las discusiones y votaciones que competen a toda la facultad. Son el espacio básico fundamental de organización de la facultad.


Como nos encanta discutir, estos son los temas que el próximo año escucharás y, ojo, también discutirás:

-MECESUP: proyecto entre la facultad y mineduc (que se da en todas las universidades publicas) que busca mejorar la docencia o mejor dicho pasar plata por "contrabando" a Universidades del Estado (es como un premio de consuelo al indigno aporte estatal -como el proyecto Bicentenario-). Según el documento oficial, “el Proyecto apunta, en lo esencial, a promover un proceso de innovación académica y curricular que establezca mecanismos de articulación docente en cada uno de los niveles formativos de Pregrado (ciclos Básico y de Especialización), que integre las líneas estratégicas de desarrollo disciplinar e interdisciplinar y potencie el desarrollo de formación de postgrado como ciclos de especialización terminal”. Es decir, educación continua para la FACSO.

-UDEFE: Unidad de Fortalecimiento de Excelencia Académica y la Innovación Curricular, es la instancia que conduce el proceso impulsado por MECESUP en Sociales. Sesiona cada dos semanas y la componen un representante académico y uno estudiantil por cada carrera de la Facultad; un representante de Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales CECSo; el Director de Pregrado; y el Director de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Ciencias Sociales.

-Reforma de Pregrado: proceso que se enmarca en Plan Bolonia (como siempre Chile copiando modelocos Europeos), su idea es la formación continua y por competencias. Nadie sabe bien que es eso de las competencias pero se dice que se debe aplicar en todas las Facultades de la Chile. En la mayoría de los casos es la causante de las crisis vocacionales y ramos como el ....


Otras cosas que deberías saber:

-Aurora de Sociales: Medio de comunicación que partió con papeles pegados en los baños de la facultad y que luego pasó a Facebook, siendo el encargado de entretener y/o informar del acontecer mundial, nacional y local de manera bastante especial. En Facebook la encuentras por “Aurora de Sociales”.

-Elevar solicitud: Elevar solicitud en sociales es algo así como mandarle una carta al viejito pascuero, aunque lo que te traiga no depende mucho de cómo te portes, sino del humor del BIG BOSS de turno... Se trata de llenar una hojita fotocopiada conocida como “solicitud” en la Secretaría de Estudios. Esta acción generalmente se realiza para “solucionar” un problema con los ramos (topes de horario, si te echas un ramo dos veces, etc.) o para pedir documentación como los Certificados de Alumno Regular.

-SEMDA: Servicio médico y dental de los estudiantes U. Chile. Si te duele la cabeza o un compañero accidentalmente te decapitó, este es el lugar donde debes ir. Atención gratuita, venta de condones, dentista, médico general, oftalmólogo, etcétera y etcétera. El SEMDA de JGM queda bien atrás en la Facultad de Ciencias, cerca de bachi.

-PAE: Es lo más GRANDE y SALVADOR de la U, pero no nos referimos a una Píldora Anticonceptiva de Emergencia. Es una beca de mantención que entregan durante 8 meses para apoyarte con la movilización, las fotocopias, la comida, etc. Se divide en básica, media y completa, con montos distintos en cada categoría (el piso es 20 lucrecias).